Sintracarbón lamenta profundamente el fallecimiento del compañero y amigo Enrique Mendoza, San Juanero y quien habitaba en Barranquilla, estaba ya aspirando a su merecida pensión tras 34 años de arduo trabajo minero. Tiempo y esfuerzo con en el que, de una manera esmerada y amorosa, levantó un hogar junto a su esposa y compañera Elvira Rosa Cano, unión que despertaba la admiración de todos quienes los conocían, y a quien le enviamos un abrazo de solidaridad y condolencia en estos tristes momentos.
A sus hijos Enrique, Gloria y Harold, nuestro acompañamiento fraterno y la certeza de que su padre dedicó su vida al trabajo para verlos crecer en bienestar y alegría.
Sintracarbón seguirá dedicando todo su esfuerzo para que estas desapariciones prematuras no se sigan presentando y que nuestras afiliadas y afiliados, puedan disfrutar de su merecida pensión, tras un esfuerzo que, en estos casos, resulta ingrato.
Que la tierra te sea leve, compañero Enrique.