La Guajira, 26 de enero de 2021
Desde el momento mismo en el que Cerrejón se dio a la tarea de esclavizar a los trabajadores a través del Turno de la Muerte, se le advirtió que el sueño, la fatiga, el estado de ánimo y el inconformismo del trabajador y su familia no se regulan, mitigan o eliminan con tablitas de Excel, formatos, charlas, cursitos, cámaras, protocolos y estratagemas jurídicas. Incluso, se le predijo que, aunque lograra imponer su criterio contra toda lógica, el obrero iba a ser robado: trabaja más, se sacrifica más, se expone más, se fatiga más, abandona a su familia, gastará más a futuro y, sin embargo, de ñapa, sus ingresos siguen siendo los mismos y a veces hasta menos. Además, se siente que trabajamos para un patrón feudal y no para un empleador.
El patrón Cerrejón hace rato está pendiente de encontrar vericuetos para tumbarnos a la brava nuestros beneficios: son claros ejemplos el bono especial convencional de los 2 primeros trimestres de 2020, los auxilios mortuorios y médicos causados durante la huelga y el descuento abusivo que hizo en diciembre de los pagos a la medicina prepagada.
También se le advirtió en su momento que el Turno de la Muerte es incompatible con la producción, porque tiene muchas barreras por superar sobre todo en lo que tiene que ver con seguridad y salud en el trabajo, tiempos de conmutación, pausas activas, siestas y otros, que restan horas productivas. Es obvio que la aplicación estricta de esta serie de medidas obligatorias para salvaguardar la vida y la salud del trabajador –como debe ser-, reduce la producción. Los diseñadores de este maldito turno, creyeron y confiaron (y se equivocaron) que la gente no lee o no entiende y que bastaba que las medidas de mitigación de los riesgos fueran para adornar los folletos pero que, en la práctica, no se aplicarían en la realidad.
Conocido el tumbe económico y los efectos de la sobrecarga laboral, con apenas unos 20 días efectivos de trabajo en el turno perverso, los trabajadores espontáneamente, sin miedo y solo obedeciendo a su fatiga y falta de sueño, han comenzado a manifestar su inconformismo, con aplicación estricta de los estándares de seguridad, políticas y procedimientos establecidos por la empresa. Así debe seguirse, es más, incrementarse: todas las medidas de salvaguarda de la vida y la salud son necesarias, obligatorias y tienen amparo en la ley. No hay un solo supervisor, superintendente o gerente que pueda obligar a que el trabajador no proteja su vida y su salud. Somos obreros, no esclavos. Somos humanos, no máquinas. El sueño y la fatiga aparecen en cualquier momento, no tienen fechas ni horarios preestablecidos, ni se decretan ni coordinan con el patrón, como pretenden algunos supervisores en estos días.
Desde la dirección del sindicato, saludamos esta reacción espontánea de quienes están asumiendo esta actitud valiente en defensa de la vida, la salud, la familia. El maldito turno se caerá por las acciones que hagamos cada uno desde nuestros puestos de trabajo. No es necesario inventar nada, basta aplicar lo que dice la ley y los estándares: pausas, siestas, distancias de seguimiento, inspección preoperacional rigurosa, reportar hasta las sospechas de daño en el equipo, no negociar condiciones subestándares ni equipos down, no tomar atajos, diligenciar cuanto formato exista, ser previsivo en extremo, levantar la mano, entre otros. Hay que recordar que te están tumbando por trabajar de más. Que el esclavizador sienta el inconformismo del obrero.
La espontaneidad del trabajador, desde el equipo o taller, es un estímulo adicional para que el Sindicato potencialice todo lo que ha venido haciendo para oponerse al Turno de la Muerte. Mítines, movilizaciones, respaldo a nuestra base en el terreno y acciones judiciales y políticas. Fuera el marasmo y las discusiones alrededor de otros temas que nos entretengan. Vamos p’al terreno, con toda, que el “nuevo” patrón, que hace rato se declaró enemigo de sus trabajadores, pretenderá acallar las voces espontáneas y eso no se lo vamos a permitir.
Recordemos evitar firmar todo lo que tenga que ver con el turno 7×3-7×4, que ello no es obligatorio. Además de ser un acto simbólico de dignidad obrera y de inconformismo, no afecta las potenciales acciones jurídicas que todos debemos emprender contra el patrón esclavizador. Quien no se haya sumado a los actos espontáneos contra el turno que lo haga ya, así no se lo hayan impuesto todavía. Sigámoslo haciendo, hasta que la ciega, sorda y muda Cerrejón respete, vea y escuche a sus obreros, que somos los que producimos.
Que esto vaya hasta que se derogue el turno de la muerte y nos dejen de robar la vida, la salud, la familia, el bienestar. Como hemos dicho desde un principio, esta lucha apenas está comenzando y durará hasta que Cerrejón quiera. Desde la base, que siga la vanguardia y la espontaneidad.
¡La Lucha sigue!
¡Nadie se doblega!
¡No claudicaremos!
¡Viva nuestra base!
¡Viva Sintracarbón!
JUNTA DIRECTIVA NACIONAL
IGOR DÍAZ LÓPEZ
Presidente