Riohacha, 25 de noviembre de 2022
Según la Fiscalía General de la Nación, en Colombia se han registrado 180 feminicidios en lo corrido de 2022, sin embargo, organizaciones de mujeres hablan de hasta 500 casos. En la primera cifra, una mujer es asesinada cada menos de dos días, en la segunda cifra, casi dos mujeres son asesinadas a diario. La impunidad en los asesinatos es superior al 90%.
Cualquiera de estas cifras debería bastarnos para alzar nuestra voz y protestar de una manera constante para que se pare la violencia contra la mujer, que parece no tener fin y tampoco límites. Una muerte debería bastarnos para crear en sociedad mecanismos de protección a las mujeres.
Sintracarbón se une a la campaña mundial que busca no solo que los estados creen leyes más duras contra el feminicidio, Colombia ya cuenta con ellas, sino para que como sociedad reflexionemos y entremos en estado de cuidado hacia las mujeres.
Es necesario que eduquemos a nuestros hijos y a los hombres mayores que tenemos en nuestro entorno para que entendamos que el acoso no es amor, la violencia intrafamiliar no es amor, la restricción a las libertades de las mujeres no es amor, el acoso callejero no es admiración hacia las mujeres, el acoso en los lugares de trabajo no es hombría.
Y también para que aprendamos a reconocer las señales de alerta que pueden evitar la violencia contra las mujeres de nuestro entorno, nuestras madres, hermanas, amigas o compañeras de trabajo, pueden estar siendo víctimas de violencia de género. Si vemos que una mujer puede estar siendo víctima de estas situaciones, debemos acercarnos a ellas y aconsejarlas que denuncien, brindarles nuestro apoyo para protegerlas de esa situación y acompañarlas y respaldarlas en sus denuncias.
Y si vemos que algún hombre de nuestro círculo familiar, de amistad, o de trabajo, está cayendo en una práctica machista de violencia de género debemos hacerle saber que nos hemos dado cuenta de su actitud y que estamos dispuestos a denunciarlo para que cese su comportamiento.
Parar la violencia de género va más allá de un hashtag en redes sociales en una fecha específica del año. Implica que nos comprometamos de verdad a educar a nuestros hijos para que no repliquen estas prácticas machistas, a nuestras hijas para que no acepten la violencia de género como algo normal de las relaciones interpersonales o románticas y para que todos los días estemos dispuestos a actuar hasta lograr que no haya #NiUnaMenos que caiga porque no fuimos capaces de comprometernos como sociedad en su protección.
JUNTA DIRECTIVA NACIONAL
Heli Arregocés Ibarra
Presidente
