El nuevo contrato que Cerrejón realizó con la empresa Compass, en remplazo de la anterior Aramark, ha traído unas pésimas condiciones laborales para las y los trabajadores tercerizados y una peligrosa baja en la calidad de los alimentos.
Trabajadores de Cerrejón en Puerto Bolívar protestan ante estas irregulares situaciones.
El día de hoy, cientos de trabajadores de Cerrejón, en Puerto Bolívar, se declararon en huelga de hambre, sin dejar de asistir y cumplir con sus labores y turnos de trabajo, como protesta contra la sobre explotación de los trabajadores tercerizados que hace la empresa Compass. Tras el cambio de este contratista por la anterior empresa Aramark, rebajaron en un 40% el personal tercerizado, para realizar las mismas labores.
Esto, ha redundado en un aumento de la carga laboral para las y los compañeros que ya tienen que sufrir unas pésimas condiciones de subcontratación y tercerización. Las compañeras que no viven en el campamento, sino en Uribia, antes aseaban tres módulos cada una, hoy les toca asear 4 barracas de 20 habitaciones. Y como si fuera poco, sufrieron una rebaja en sus salarios.
Esta drástica rebaja en personal y la sobrecarga laboral ha ocasionado que las habitaciones de los trabajadores que deben pernoctar durante una semana en puerto, para realizar sus labores, sean aseadas tan solo una vez.
Peligro para la salubridad
Todas estas disminuciones, se han visto también reflejadas en el servicio de comedor. Lo están prestando con productos de mala calidad: la carne molida son puros pellejos, bajaron la calidad de los jugos, el pollo ha salido crudo, el pescado descompuesto, por solo mencionar algunos casos. Para evitar una tragedia de salubridad, los trabajadores de Puerto Bolívar, afiliados a Sintracarbón, dejaron los alimentos en el piso, en señal de protesta.
Sintracarbon rechaza energicamente el nuevo sistema de contratación de Cerrejon, ya que precariza a los trabajadores tercerizados, y los pone casi en condiciones de semiesclavitud. Sintracarbón hace un llamado al Cerrejón para que le ponga fin a estas condiciones indignas de trabajo y a las situaciones irregulares en la alimentación. A los compañeros y compañeras de Compass invitarlos a que se organicen y por medio de la sindicalización, hagan valer sus derechos laborales.
Estas denuncias no sólo deben hacerse ante los medios, deben escalar ante el ministerio y ante los entes judiciales.