Preocupante que tras varios billones de pesos de regalías “invertidos” en distintas zonas del país, esas obras no beneficien directamente a la comunidad. No hay en Colombia una sola obra de grandes dimensiones que retribuya a los habitantes de la zona un beneficio directo. Es la verdad más clara que queda después de un debate en las comisiones económicas del Congreso sobre el presupuesto de regalías para el bienio 2016-2017, aforado en $14,5 billones.
“Qué bueno sería que algún día dijéramos: esa gran obra, esa monumental obra, en este país, se hizo con recursos de las regalías”, es la queja del representante Óscar Darío Pérez, del opositor partido Centro Democrático. En el pasado, el Fondo Nacional de Regalías (FNR), que desaparece en diciembre de 2017, manejó los recursos provenientes de las explotaciones mineras y de hidrocarburos. Esa ha sido “la gran equivocación de las regalías”, señaló el representante a la Cámara por Antioquia. Sería ideal que algún día se dijera que con los millonarios dineros de las regalías se recuperaron los ferrocarriles de Colombia o se rehabilitaron afluentes fluviales como el Magdalena, el Cauca y el Atrato, entre otros. “Muchos de los proyectos de regalías que se ejecutaron en el pasado quedaron a medias. Si no, dense un paseo por el Meta o por esas regiones donde se gastaron los recursos”, denunció el congresista Juan Felipe Lemus.
En medio del debate por los recursos de las regalías, Pérez dijo que sería bueno que se pensara en “obras de gran impacto y no dejarlas como si fuera una caja menor”. El proyecto del presupuesto de regalías que presentó el Gobierno era de $11,7 billones. Sin embargo, en las discusiones se le adicionaron $2,7 billones para elevarlos finalmente a $14,5 billones. Las adiciones provienen de los mayores ahorros por $1,6 billones del bienio anterior; $385.000 millones del FAEP (Fondo de Ahorro y Estabilización Petrolera) para departamentos y municipios que mostraron déficits en las inversiones pasadas y $772.000 millones de rendimientos financieros, de los cuales $172.000 millones son para incentivo a la producción de los municipios productores que corresponde distribuir al Ministerio de Minas y Energía y $600.000 millones son destinados a sufragar gastos de la ola invernal y atención de desastres que serían ejecutados a través del Fondo de Adaptación.
Los rendimientos financieros de $772.000 millones de un ahorro de $5,6 billones en las entidades financieras nacionales fueron cuestionados por el representante antioqueño Óscar Darío Pérez. No se explica el político a qué tasas fueron liquidados esos ahorros. “Esos $772.000 millones son una partida absolutamente precaria frente al tiempo y al monto”.
Al final del primer debate en las comisiones económicas, se conoció un enfrentamiento entre el Ministerio de Hacienda y el Departamento Nacional de Planeación por el cruce de cuentas entre el Gobierno Nacional y las entidades territoriales ante la inminente liquidación del Fondo Nacional de Regalías. El representante por el Casanare, Jorge Abril, dice que se busca llegar a un consenso sobre este artículo.
El director de Planeación Nacional, Simón Gaviria, dijo que cuando se pasa del antiguo al nuevo sistema general de regalías, quedan unos proyectos pendientes que no salieron bien “y quedaron siniestrados”. En todos los municipios de Colombia hay algún “enredo” de regalías y “nos tocaría entrar a demandarlos”, advirtió el director de Planeación Nacional. Para subsanar este problema y no tener que dejarlos sin recursos para inversión se busca un consenso con el Ministerio de Hacienda, al cual no se ha llegado. “Si nos permiten no demandar la inversión, sino el ahorro o los rendimientos, le hacemos mucho bien al país”, dijo Gaviria.
Se busca evitar quitar recursos de regalías para inversión a regiones que no tienen otro ingreso mayor que estos dineros, como el Cesar, que se tendría que demandar por $3.700 millones; el Chocó, por $3.500 millones; Córdoba, $3.600 millones; Guainía, por $3.400 millones, y Magdalena, $3.839 millones. “No me voy a poner a pelear con (el ministerio de) Hacienda o con (el ministerio de) Minas, no es mi estilo, pero lo tengo que hacer porque es importante para la inversión y para resolver los problemas del país”, dijo al advertir que “no hay voluntad de conciliación por parte de Hacienda”.
Por: Redacción El Espectador.