Riohacha, 20 de diciembre de 2023
La compañera Clara Elena Acasio Palacios es una trabajadora aprendiz Sena que sufrió un accidente de trabajo el pasado 16 de diciembre. El camión de acarreo que operaba, sin control, sobrepasó una berma y colisionó con un poste, ocasionándole lesiones físicas y psiquiátricas. Por tal razón, Clara Elena fue valorada en urgencias de la IPS de La Mina, donde le practicaron atención médica urgente, le tomaron placas de rayos X y, por su mala condición clínica, fue remitida a la Clínica Erasmo, de la ciudad de Valledupar, donde a la fecha continúa hospitalizada.
En la clínica, le volvieron a tomar rayos X de columna, tórax y cráneo. Pero, para que pudiera ser atendida en debida forma y le hicieran los exámenes de rigor, entre otros, una resonancia magnética, tuvo que interponerse una denuncia ante la Supersalud (Radicado 20232100015824452), para que presionara a la ARL Positiva y esta, autorizara. En los resultados diagnósticos le manifestaron de forma verbal que tiene lesiones físicas, pero aún no le han dado el diagnóstico por escrito.
También tiene tics nerviosos incontrolables, hormigueos, calambres y espasmos en las piernas que no le permiten caminar. Además, presenta desviación de la comisura labial, pero, sorprendentemente, el neurocirujano atribuye esta sintomatología a las “emociones” de la compañera (es decir, por el susto al accidentarse) pero, según él, nada tiene que ver con el accidente. Olvidando que el concepto de accidente, desde la Ley 1562 de 2012 (art. 3º), considera como “accidente de trabajo todo suceso repentino que sobrevenga por causa o con ocasión del trabajo, y que produzca en el trabajador una lesión orgánica, una perturbación funcional o psiquiátrica, una invalidez o la muerte”.
Pero el maltrato no termina ahí. Ayer, 19 de diciembre, le están dando de alta para que siga siendo tratada en casa y por manejo psiquiátrico. Se echa de menos el rol que le corresponde al empleador para una mujer trabajadora, aunque sea aprendiz. Asimismo, la queja es contra la ARL Positiva, que sigue incumpliendo con sus obligaciones como administradora de riesgos en el trabajo.
Sintracarbón rechaza de manera contundente la actitud negligente, inhumana y lejana a la ética médica con la cual la ARL Positiva trata los casos de accidentes y dolencias laborales, tanto hacia los aprendices Sena, así como hacia las y los trabajadores directos y tercerizados. Una práctica que hemos denunciado incluso con tomas pacíficas a la sede de la ARL y que pasa, bajo la mirada indiferente y, quizás, complaciente, de Cerrejón, que ha dejado a la masa trabajadora a merced de unas decisiones arbitrarias y lejanas a la ciencia, abandonando también su función como patrona. Ambas conductas son una vergüenza y una flagrante violación de los derechos humanos y laborales.
JUNTA DIRECTIVA NACIONAL
COMISIÓN DE SALUD DE SINTRACARBÓN
