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Cerrejón responde con ingratitud al esfuerzo de quienes producen sus enormes ganancias

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Riohacha, 10 de mayo de 2025

Desde que Glencore adquirió el 100% de la empresa Cerrejón, la situación de los trabajadores ha empeorado drásticamente. La administración ha impuesto un régimen de persecución y miedo, tanto para trabajadores directos como tercerizados, generando una creciente incertidumbre laboral.

Como organización sindical, hemos actuado y denunciado estas prácticas de forma permanente ante la administración, ante la autoridad del trabajo con poder preferente, intentado encontrar solución a las problemáticas, sin obtener respuestas positivas a favor de los trabajadores, ni mucho menos una voluntad de diálogo.

Glencore está queriendo imponer un estilo tipo dictadura administrativa, en la que el bienestar de los trabajadores no tiene cabida. Lo único que les importa son sus ganancias, acumuladas a costa del esfuerzo de quienes día a día hacen posible la operación minera. Mientras las utilidades salen del país, lo que queda para la región y la nación es solo miserias.

Frente a esta realidad, nuestra organización sindical, así como también muchos trabajadores, hemos implementado e interpuesto derechos de petición, tutelas y procesos judiciales para hacer cumplir derechos históricos ya pactados en la Convención Colectiva de Trabajo (CCT), que han intentado modificar ante la negativa, terca y reiterada posición de la empresa de querer violar y no cumplir lo firmado y pactado entre las dos partes.

Cerrejón insiste en forzar interpretaciones que desvirtúan el espíritu de los acuerdos, desconociendo incluso la norma que establece que toda diferencia debe resolverse en favor del trabajador. Este 9 de mayo de 2025, Cerrejón ha dado un paso más en su ofensiva antisindical y anti obrera: ha notificado a los trabajadores la eliminación unilateral del Bono de Productividad, beneficio entregado durante más de 25 años a los trabajadores. Con este acto, desconoce hoy su esfuerzo por el cumplimiento de metas de producción mensuales.

Este bono ha sido un reconocimiento constante al esfuerzo colectivo de los trabajadores y se convirtió en una parte esencial del ingreso económico y social de todos los que laboramos en la empresa. Hoy, con el argumento de una supuesta situación económica adversa, la empresa castiga a quienes le han entregado su compromiso y su fuerza laboral, pudiendo en cambio revisar y reducir en otros ítems demostrables que históricamente han afectado económicamente a la empresa, dando muestra una vez más que el bienestar del trabajador nunca ha sido su prioridad.

A esto se suma la instalación masiva de cámaras en espacios laborales bajo el argumento de seguridad y protección, pero que hoy son usadas más para procesos disciplinarios, generando un ambiente de hostigamiento constante. La administración se comporta como juez y parte en estos procesos, abriendo investigaciones ilógicas y afectando directamente la estabilidad laboral y, por estas razones, generando despidos de trabajadores.

La realidad es clara: Cerrejón tiene una intención de intentar tercerizar su mano de obra, especialmente en áreas como el Departamento de Mantenimiento, e intenta, en esa perspectiva, debilitar, perseguir y despedir a trabajadores directos de esas áreas importantes para el sostenimiento de la producción. Sea cual sea su meta, no reconoce la calidad del trabajo que realizan los trabajadores y nuestros afiliados. La empresa insiste en remplazar a los trabajadores directos por contratistas, precarizando el empleo y recortando derechos. Su discurso de incertidumbre es un instrumento de presión hacia el Estado, el Departamento y los trabajadores, pero los hechos muestran otra verdad: han salido equipos antiguos, sí, pero han sido reemplazados por otros nuevos; el negocio sigue siendo rentable.

En 2025, con las toneladas exportadas y el precio internacional del carbón, está claro que la empresa no está en crisis. La eliminación del bono y la negación de beneficios convencionales son decisiones políticas, no técnicas. Glencore busca debilitar a la organización y no va a poder hacerlo. Tiene la estrategia de eliminar puestos de trabajo estables para reducir los pasivos laborales orientados en el plan de cierre que, aunque argumenta que es un documento borrador y no oficial, es coherente con algunas decisiones administrativas asumidas, intentando, en principio, sustituir trabajadores directos por empleos tercerizados, precarios y sin garantías.

Invitamos a los trabajadores a estar más unidos, como un solo hombre, frente a esta posición y arremetida de la empresa contra quienes le generamos riqueza. Solo la unidad nos da la posibilidad de defender los puestos de trabajo, espacios y beneficios que, durante años de esfuerzo, hemos conquistado con la lucha obrera, ya que nada se nos ha regalado.

Cerrejón aplica una ofensiva sin precedentes contra los trabajadores. Es por eso por lo que todos y cada uno de nosotros tenemos la obligación de hacernos sentir, demostrar desde nuestros puestos de trabajo la inconformidad y la no aceptación del nuevo “estilo” Cerrejón, que es propiamente el estilo Glencore. Nuestra organización actuará en coherencia con el interés colectivo de sus bases y defenderá el derecho al trabajo como siempre lo ha hecho.

Al Cerrejón no lo hace su nombre, lo hacemos quienes trabajamos día a día, con esfuerzo y dedicación, sin perder la dignidad.

Unidos somos más fuertes!
¡No a la persecución laboral!
¡No a la tercerización de la mano de obra!

Junta Directiva Nacional

Heli Arregocés Ibarra
Presidente

Aquí puedes descargar el comunicado en formato PDF.

1 comentario

  1. Vamos apoyar a nuestro sindicato
    Y nosotros la clase obrera seguiremos en pie de lucha para que la empresa no siga maltratando asus empleados

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