Internacionalizar las utilidades y nacionalizar los costos, juego irresponsable de Cerrejón

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Comunicado No. 16 – Barranquilla, 28 de febrero de 2020

Quedan apenas siete días para que finalice la etapa de arreglo directo, incluida la prórroga y, como expresamos ayer, las posiciones en la mesa se encuentran aún muy distantes. Cerrejón insiste en sostener su oferta regresiva que pretende congelar, disminuir y eliminar beneficios. Parece que la multinacional no solo pretende congelar nuestros beneficios, sino también el tiempo.

En medio de nuestra negociación colectiva, hemos realizado una rueda de prensa en Barranquilla, con una masiva asistencia de periodistas de esta ciudad, a quienes agradecemos el interés demostrado por los temas laborales y sindicales. Así mismo, contamos con la presencia de una comisión de la Unión Sindical Obrera, liderada por su presidente nacional, el compañero Edwin Palma Egea.

El compañero Edwin, apoyó nuestra posición en el pliego y calificó de irresponsable e irracional la posición de Cerrejón en la mesa de negociación y le exigió a Cerrejón atender justamente nuestras peticiones. La Unión Sindical Obrera, tiene 97 años de historia en la industria petrolera y cuenta con más de 25 mil compañeras y compañeros afiliados en esta empresa, quienes, con su esfuerzo y trabajo constantes, la han mantenido por décadas como la más importante del país.

Precisamente en estos últimos días Ecopetrol ha producido dos importantes noticias. La primera, que su presidente fue declarado empresario del año 2019 y la segunda, que sus utilidades para el ejercicio de 2019 ascendieron a 13 billones de pesos. Sí, una empresa estatal y con un sindicato grande y poderoso, es de lejos, la empresa más rentable de Colombia. Más del 90% de esas utilidades quedan en nuestro país, ya que Ecopetrol es, en mayor parte, una empresa del estado.

Cerrejón, empresa de las multinacionales mineras BHP Billiton, Glencore y Anglo American, ha obtenido utilidades por casi 9 billones de pesos en los últimos diez años. Estos dineros, se han ido todos a accionistas extranjeros. Ahora, cuando los precios del carbón bajan, la empresa quiere poner sobre los hombros y el bienestar de las familias, lo que significa esa baja, pero cuando ha subido el precio, todas las utilidades, a diferencia de Ecopetrol, se van del país.

Así, Cerrejón pretende nacionalizar los costos, mientras siempre ha internacionalizado las ganancias que todas y todos le hemos generado. Ante esa posición, nuestro sindicato se opone tajantemente e invita a pensar al país, si no ha llegado el momento, visto lo de Ecopetrol, de volver a creer en nuestras empresas nacionales y decirles adiós a las multinacionales.